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Mariscos y pescados de temporada: febrero
Adquirir mariscos y pescados de temporada es una manera eficiente y sostenible de consumir un producto. De esta forma nos aseguramos de disfrutar de un producto de calidad y más barato que en otro periodo del año. Saber qué variedades están en época de explotación te ayudará a no solo a acceder a un producto de buena calidad, sino que además estaremos realizando un consumo eficiente.
¿Qué variedades son específicas de febrero?
Durante los meses de frío (diciembre, enero y febrero) encontramos casi siempre la misma variedad de pescados y mariscos. Las especies de temporada invernal, como por ejemplo el bacalao o el besugo, se caracterizan por ser muy ricas en proteínas,
Consumir este tipo de pescado en invierno es muy beneficioso para nuestro organismo, ya que enriquece el sistema inmunológico y ayuda a evitar gripes y resfriados.
Estos son algunos de los pescados de temporada que podéis encontrar en febrero:
La acedía
La acedía es un pescado plano y blanco con el cuerpo ovalado que habita los fondos arenosos de las costas atlánticas. Pertenece a la familia de los lenguados, aunque es de tamaño suele más pequeño. Su color depende del tipo de fondo en el que habite y puede variar desde el pardo al marrón oscuro.
Este pescado es idóneo para los niños, ya que las espinas pueden retirarse fácilmente. Su sabor suave lo convierte en una opción ideal para introducir el pescado en la dieta de los más pequeños.
La acedía es muy típica de Andalucía y Galicia. Se suelen servir fritas o a la plancha. Aunque podemos encontrar este pescado durante todo el año, su captura preferente van desde finales de otoño a comienzos de primavera.
El bacalao
Al igual que ocurre con la acedía, podemos encontrar bacalao durante todo el año aunque su época ideal es el invierno. Este pez se mueve en mares y océanos a grandes profundidades y a muy baja temperatura. Es un tipo de pescado muy apreciado por su sabor y por sus beneficios para la salud:
- Aporta muchos minerales entre los que destacan el fósforo y el potasio.
- Tiene gran contenido en sodio además de vitaminas D, E y A.
- Es un pescado blanco, muy poco graso y con un alto índice de proteínas.
El choco
También conocido como sepia, comienza su temporada normalmente con el invierno y se extiende hasta bien entrada la primavera, dependiendo de las zonas.
Este cefalópodo se caracteriza por tener un manto grueso, globoso y algo aplastado, y brazos con cuatro hileras de ventosas y puede medir hasta 40 cm de longitud. Suele ser de color marrón y vientre plano.
El choco tiene un alto nivel nutricional:
- Es rico en proteínas y bajo en grasas.
- Contiene importantes cantidades de vitaminas del tipo B y D, así como fósforo, potasio, magnesio, calcio y hierro.
Su carne es jugosa, brillante y firme. Se puede consumir frito, a la plancha o acompañado de arroces, legumbres o patatas.
El besugo
El besugo tiene forma ovalada, el hocico corto y chato y ojos grandes de color rosado. Su dorso es también de este color de color rosáceo con tonos rojizos y gris plateado el vientre.
Es uno de los de los pescados azules más sabrosos y que más carne magra contiene. Es muy recomendado para enfermos cardiovasculares debido a su alto contenido en omega 3.
El besugo habita en zonas del mediterráneo, aunque lo habitual es que se encuentre en zonas atlánticas de las costas europeas.
La caballa
Se trata de un pescado azul de cuerpo alargado y fino con el hocico muy puntiagudo. Entre sus cualidades nutricionales podemos destacar que contiene 10 g de grasa por cada 100 g de porción comestible y es una gran fuente de ácidos grasos poliinsaturados, omega-3 muy saludables.
Es un alimento rico en proteínas de alta calidad y destaca por su contenido en vitaminas del grupo B, especialmente en B12, y liposolubles como la D o A. Además es una buena fuente de minerales como selenio, fósforo y potasio.
El mero
Como dice el refrán, “del mar, el mero y de la tierra, el cordero”. El mero es un pez marino semigraso, cuya carne es muy apreciada. Posee un cuerpo robusto y voluminoso con la cabeza es alargada, con bultos entre los ojos y la frente. Puede llegar a medir hasta dos metros de longitud.
Las proteínas del mero tiene un alto valor biológico, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales. Entre las vitaminas destacan las del grupo B, como B2, B3, B6, B9 y B12. En relación con la presencia de minerales destacan: potasio, fósforo y magnesio.
Febrero es un mes que ofrece pescados de temporada muy ricos y perfectos para dietas y comidas sanas, ya que son pescados con alto contenido en nutrientes y que ayudan a controlar los niveles de colesterol, gracias a su alto contenido de omega 3.
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